Queremos encontrar tu lugar en el universo que habitas, para esto debemos considerar e investigar el ecosistema, como las empresas que proporcionan servicios o productos similares, los líderes del mercado; analizando su funcionamiento y permitiéndonos la elaboración de una estrategia que realce tu esencia y nos permita diferenciarnos.
Esto produce un documento llamado Brief el cual nos servirá de guía en todo el proceso.
Una vez que conocemos tu esencia, la de tu equipo y sus metas comenzamos el grueso del trabajo creativo.
Este proceso es mucho más de lo que normalmente se piensa, no sólo es bocetar y encontrar la inspiración, en esta etapa exploramos distintas líneas, pensamos en diferentes soluciones y experimentamos con diversos conceptos siempre tomando en cuenta el universo y la estrategia.
Se produce un concepto, en un documento condensamos las posibles soluciones en palabras y stylescapes de referencia para nuestro objetivo.
Ejecutamos la línea visual basada después de nuestra sesión de descubrimiento y conceptualización. Creamos materiales de ejemplo, para visualizar un panorama del sistema completo, y tras ir iterando esta base, producimos todas las demás aplicaciones.
Esto produce la marca, y los primeros assets que comienzan a darle esencia e identidad.
En los últimos toques del proyecto, es necesario enfrentarlo al mundo real y a los actores que lo usarán.
En esta fase la mayor parte de los assets producidos, se prueban con aplicaciones reales. Revisando si estas pruebas funcionan de acuerdo a lo planteado en primera instancia, o si es necesario realizar ajustes.
Una vez terminada esta fase de prueba y entrenamiento de los usuarios, se entrega una guía y una carpeta con todos los assets necesarios para el proyecto, tales como vectores, colorimetría, medidas y usos adecuados e inadecuados de la marca.
Los esfuerzos de construir una marca y nuestra comunicación corporativa no terminan en la entrega del manual de identidad, en un mundo que cambia tan rápido, tu marca lo tiene que hacer también y te acompañamos en esta evolución.
Independientemente del alcance de nuestro proyecto, es importante considerar que una marca es como un árbol, debe nutrirse y cuidarse para crecer a su máximo esplendor, y también debe podarse de vez en cuando para seguir floreciendo con el paso del tiempo.